No puedes pedirle confianza ciega a alguien que ya han fallado muchas veces.

Él paseaba entre la gente. Ella se perdía entre la multitud. Él buscaba su sonrisa, ella se perdía en su mirada. Él trataba de encontrarla, ella se desvanecía con lentitud. Él veía su pelo liso castaño, ella sabía que él la estaba mirando. Ella seguía andando, él continuaba persiguiéndola. Él quería que se diera la vuelta, ella no quería ponérselo fácil. Él no entendía por qué le volvía loco, a ella le encantaba hacerle sentir inseguro. Él quería protegerla, ella intentaba protegerse de él. Él intentaba jugársela, ella tenía miedo. Ella empezó a correr, él no podía dejarla escapar. Él le había hecho daño, ella no quería sufrir más. Él corrió e intentó alcanzarla, ella no veía nada con las lágrimas. Sonaba una canción , la gente gritaba, para ellos sólo estaban ellos. Él la vio más cerca, ella quería que la atrapara pero tenía miedo. Él decidió correr más fuerte, le dolían los pulmones pero no era comparable al dolor que sentiría si no lo estuviera haciendo. Ella se apartaba el pelo, él deseó abrazarla. Ella rezó para que la encontrara, él rezó por sentirla cerca. Ella recordó el pasado, a él no le importaba. Ella paró, él paró. Se miraron. Él sólo pudo decir:

  - Por favor.. no vuelvas a irte.. 

pero se quedó parado, a veinte centímetros de su boca.
- ¿No tienes miedo?
- Estoy aterrado, no entiendo lo que te pasa, yo solo quiero..
- ¿ Qué quieres?
- Estar contigo.
- ¿ Para siempre?
- Para todo.
- Me he enamorado de ti.
-Lo sé, ¿volverás a irte?
- No, si tú no me lo pides.

 - Nunca te pediré eso. Te quiero.

y la besó.

» Quédate con quien te siga buscando, aunque ya te tenga «