Un beso de buenas noches, un abrazo en una despedida, una discusión tonta de vez en cuando, celos e indiferencia, leer una palabra bonita cuando me despierto, un paseo sin tocarnos, un beso cada semáforo en rojo, hacer piecitos debajo de la mesa de una cafetería, la película más aburrida del mundo para no verla, una escapada a la playa cuando haga frío, oler a chimenea, un te quiero un lunes a las ocho de la mañana, contarte el suceso más gracioso del día, soñar con ir a París, una moraleja en cada pelea, recuerdos para que nunca puedas olvidarme.
» Cuando el diablo se enamoró, buscó desesperadamente a quién venderle su alma. «
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